Hojas de la patria" ( 1952)
Y no hay blancura en tu vestido blanco
Te has vuelto triste y fe, patria bella,
patria de miel, te has vuelto de limones,
dulce patria, caballos de amargura
pastan en tus colinas y balcones.
Te volvieron oscura, patria diurna,
patria joven y diurna, te volvieron anciana,
cogieron y arrugaron tu pellejo de orquídeas
y apagaron a golpes tu color de manzana.
Amaneciste gris una mañana,
patria de lomas verdes y de pájaros verdes;
amaneciste, patria de bambucos,
con una carabina entre los dientes.
Patria amorosa, el odio te persigue,
te persiguen las armas, patria inerme,
y entre tu propio pecho, patria viva,
se escuchan los disparos de la muerte.
Patria de pan, tus montes tienen hambre,
tienen sed tus labriegos, patria de manantiales,
y no hay blancura en tu vestido blanco,
patria de espuma, ovejas y arrozales.
Si pudiera decirte, patria mía,
lo que sufro por todo lo que tienes,
por todo lo que tienes y te falta,
me moriría tranquilo en tus rodillas,
como se muere un hombre que conversa palomas
y le queda un hermoso dolor en la garganta.
EN TI BESO LA PATRIA
En ti beso la patria, beso el rio
que la desencadena, que la canta,
y la flor que del suelo se levanta
y la viste abejas y rocio
Tierra eres, relente de plantio,
sombra de monte, vegetal garganta
y tanta patria dulce, tanta, tanta
cabe toda en tu beso y en el mio
Cuando se juntan nuestras bocas, cuando
el hijo a tu cintura va llegando
en forma de semilla y de gemido,
No te llamo mujer, profunda esposa,
sino Colombia, patria generosa
cuna del trueno y pedestal del nido
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